Sí, México tiene narcocorrupción; Estados Unidos también
La guerra comercial de Trump apunta a una "alianza intolerable" con los narcotraficantes; pero ¿cuáles son sus otros motivos?
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Las estimaciones del valor de la economía ilegal de las drogas son siempre problemáticas precisamente por su naturaleza clandestina. Pero el estudio más exhaustivo lo ha realizado en Estados Unidos la Rand Corporation por encargo de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas (también conocida como la oficina del Zar de las Drogas). El último de su serie, titulado “Lo que gastan los consumidores estadounidenses en drogas ilegales”, concluyó que en 2016 los estadounidenses gastaron unos 146.000 millones de dólares en heroína, cocaína, metanfetamina y marihuana.
Miles de millones de dólares de ese tráfico de drogas fluyen al sur del Río Bravo y pagan a los sicarios que cometen asesinatos en masa, además de llenar los bolsillos de policías y políticos corruptos. Pero miles de millones también se quedan dentro de Estados Unidos y se blanquean en bancos, condominios de lujo y caballos de carrera, entre otros activos.
Este enorme negocio del narcotráfico ha saltado a la primera plana, ya que la Casa Blanca de Trump ha citado el tráfico de drogas, especialmente el de fentanilo, así como la inmigración ilegal, para justificar la imposición de aranceles del 25 por ciento a los productos de México y Canadá y del 10 por ciento a los productos de China. Aquellos que pensaron que Donald Trump estaba mintiendo con las amenazas arancelarias (incluido yo mismo) parecen estar equivocados. La medida podría hacer estallar a América del Norte en una gran guerra comercial, empujar a México a la recesión y aumentar la inflación en todos los ámbitos. Trump ha admitido que los estadounidenses podrían sentir "algo de dolor".
Todavía hay alguna esperanza de que el diálogo pueda detener los aranceles. Tal vez Trump podría dar marcha atrás en el último minuto y proclamar su victoria, y está actuando como un conductor que va a toda velocidad hacia ti y se desvía en el último momento. Sin embargo, el domingo por la noche, prometió que seguirían adelante.
El boletín de la Casa Blanca que anuncia los aranceles criticó especialmente al gobierno mexicano por la corrupción relacionada con el narcotráfico. Como dice:
“Las organizaciones mexicanas de narcotráfico tienen una alianza intolerable con el gobierno de México. El gobierno de México ha proporcionado refugios seguros a los cárteles para que se dediquen a la fabricación y el transporte de narcóticos peligrosos, que en conjunto han provocado la muerte por sobredosis de cientos de miles de víctimas estadounidenses”.
En su respuesta en video del domingo, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum adoptó un tono bastante mesurado al decir: “México no quiere confrontación”, pero también prometió aranceles de represalia y dijo: “Rechazamos categóricamente las calumnias de la Casa Blanca”. Muchos mexicanos están apoyando a su presidenta contra la percepción de intimidación por parte de su vecino del norte, una superpotencia.
Sin embargo, algunos críticos de Sheinbaum culpan a la corrupción del gobierno actual de provocar la crisis. El periodista León Krauze escribió que, “la acusación que hace hoy el gobierno estadounidense sobre el gobierno mexicano es de tal calibre y contundencia que hace hace inevitable concluir que tienen información que corrobora la denuncia.”
Como ha podido comprobar casi todo aquel que ha investigado en profundidad el narcotráfico al sur de la frontera (y yo cubro extensamente este tema en CrashOut), en México existe una enorme corrupción relacionada con el narcotráfico. Sin embargo, tampoco podemos entender el tráfico de drogas sin examinar la complicidad de las empresas estadounidenses y de elementos de las fuerzas de seguridad estadounidenses.
Desde 2002, más de cien agentes del Departamento de Seguridad Nacional, que incluye a la Patrulla Fronteriza, han sido condenados por tráfico de drogas o tráfico de inmigrantes indocumentados. Elementos de la CIA…
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