Singapur: alta tecnología, baja delincuencia y ahorcamiento
Visito la "Ciudad León" de Asia y veo su tolerancia cero con el narcotráfico.
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En el resplandeciente corazón de Singapur, funcionarios gubernamentales y delegados de toda Asia celebraron una ceremonia en un centro de exposiciones para el llamado "día en memoria de las víctimas de las drogas". Velas eléctricas iluminaban una pared, y los asistentes colocaron luces en memoria de quienes han fallecido por sobredosis en todo el mundo. El ministro de Justicia y Asuntos Internos de Singapur, K. Shanmugam, de 66 años, subió al escenario con una camisa de manga corta.
“En los últimos años, ha muerto más gente en Estados Unidos por drogas que en todas las guerras en las que ha participado desde la Segunda Guerra Mundial. Esa es la magnitud de la tragedia”, dijo Shanmugam. “La situación de las drogas en Singapur es muy diferente. Y esto se debe a nuestra determinación de abordar el problema de frente”.
El duro enfoque que describió incluye rehabilitación obligatoria en centros de seguridad para los consumidores y la pena de muerte para los traficantes. Quienes posean una cantidad de droga superior a un cierto límite, como quince gramos de heroína o 500 gramos de cannabis, pueden ser condenados a la horca. Desde 2022, la ciudad-estado asiática ha ahorcado a unas treinta personas, la mayoría por delitos relacionados con drogas, según un recuento de la Agencia France-Presse.
Las ejecuciones son condenadas por organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch, con sede en Nueva York. «Los socios comerciales y empresariales de Singapur deberían expresar pública y privadamente su preocupación por el uso continuo de la pena de muerte en la ciudad-estado e instar al gobierno a imponer urgentemente una moratoria a esta práctica inherentemente cruel», declaró Byrony Lau, subdirector de HRW para Asia.
Sin embargo, en Singapur, la línea dura parece ser muy popular, al menos según las encuestas gubernamentales. En 2023, el 75 % declaró apoyar la ejecución de traficantes, un aumento desde 2021, y el 88 % aprobó la pena capital por homicidio intencional.
Singapur tiene tasas de criminalidad extremadamente bajas, con solo diez homicidios el año pasado en un país de seis millones de habitantes, o 0,16 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Esto incluso hace que el Reino Unido parezca un país sanguinario, con más de cinco veces más homicidios per cápita, mientras que Estados Unidos tuvo treinta y cinco veces más, México 145 veces más y Jamaica 308 veces más. Existe un debate sobre la correlación entre la aplicación estricta de la ley y la baja tasa de criminalidad, pero es un factor a considerar.
Me invitaron a Singapur para hablar en el Foro Asia-Pacífico contra las Drogas y di una charla sobre el derramamiento de sangre de los cárteles y el tráfico de fentanilo. Allí tuve la oportunidad de entrar en un centro de rehabilitación de drogas de alta seguridad, hablar con agentes que investigan drogas para la Oficina Central de Narcóticos y conocer al ministro Shanmugam. También entrevisté a Kirsten Han, destacada periodista y activista contra la pena de muerte.
Han, de 36 años, y sus compañeros activistas del Colectivo de Justicia Transicional realizan vigilias con velas por los presos condenados a muerte y protestan para intentar salvar sus vidas. El ministro Shanmugam respondió que están encendiendo velas por las víctimas de las drogas.
“Los activistas contra la pena de muerte celebramos la memoria del narcotraficante que toma la cínica decisión de traer drogas a Singapur y lucrarse con ello”, dijo Shanmugam. “Celebramos la memoria de los niños, las personas inocentes y sus familias que mueren en todo el mundo. Ellos son más merecedores de los derechos humanos”.
Shanmugam ha criticado personalmente a Han y a sus compañeros activistas, quienes han sido investigados por difundir noticias falsas en virtud de una ley de desinformación. Han replica que Singapur es un país autoritario con una de las estrategias más extremas del mundo para los delitos de drogas no violentos, incluyendo la pena de muerte obligatoria. Como me dijo Han:
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